Juan Joya Cordero

El peruano que brilló en el Uruguay hasta convertirse en ídolo del fútbol “charrúa”.

Escribe Julio Alzola Castillo

Cuando este jueves 24 juegue Uruguay-Perú, aparecerá en la memoria de los viejos aficionados uruguayos el recuerdo de Juan Joya, pegadito a la “Olímpica” tribuna del Centenario.

Capaz logremos un triunfo o arranquemos un empate a la celeste. Es una corazonada que pongo sobre la grama del Centenario.

A propósito del Uruguay-Perú que se juega este próximo 24 de marzo en el Centenario de Montevideo, cómo no recordar que en ese histórico estadio hizo maravillas nuestro compatriota e ídolo de la afición uruguaya Juan Joya Cordero, puntero izquierdo del mítico Club Atlético Peñarol.

 ¡Qué jugador! y ¡Qué persona tan querida! Juan Joya Cordero un caballero a carta cabal. “Negro el Once” lo denominaban cuando se anunciaba la alineación del cuadro titular del Peñarol de Montevideo.

Ese Peñarol dirigido por el profesor Roberto Scarone en la década del 60, que fue considerado el mejor equipo sudamericano del siglo XX, que ganó la Copa Libertadores de 1961 y 1966.

También las Copas Intercontinentales, la Supercopa de Campeones Intercontinentales de 1969 y 6 campeonatos uruguayos. Ese fue Juan Joya, un deportista caballero, modesto y respetuoso salido del Barrio Obero de Caquetá, hoy jurisdicción de San Martín de Porres, antes Rímac. Allí donde se forjaron también Víctor “Conejo” Benitez, Matías Quintos, entre otros. Queda en el recuerdo el club de barrio Banfield, cuna de futbolistas de estirpe.

La oncena “carbonera” que ganó todo tuvo como integrantes a Ladislao Mazurkiewicz, Lescano, Juan Vicente Lescano, Pablo Forlán, Jorge Goncalvez, Nelson Díaz, Omar Caetano, Julio César Cortés, Pedro Virgilio Rocha, Julio César Abbadie, Alberto Spencer y Juan Joya. Roque Gastón Máspoli fue su entrenador.

Honores para Juan Joya Cordero. Su ejemplo será un referente para que la Selección Peruana ratifique su exquisitez en el manejo de el balón. Administrar la pelota con talento y la búsqueda de orificios en la zaga oriental, que provoquen filtros de aceite, serán vitales para sacar un resultado favorable que nos permita sentir el estallido de emoción de miles de peruanos que se concentrarán en el bello Pasaje San Ramón o en el Parque Kennedy de Miraflores.